martes, 7 de febrero de 2017

Te Pertenezco

Al contacto de esa jugosa piel
que me enloquece los latidos,
reservando ese recogido rincón,
cautivo en mi pequeño arcón,
con tu nombre tatuado en cada centímetro,
tembloroso y desenfrenado,
en cada montículo encendido.

Me he encontrado tantas mañanas
al volver por esos ojos...
y al verme en ellos, rebroto.
Explosiona de nuevo este otoño
cubriéndome de hojas vivas,
acariciando cada recodo,
despertándolo a un mundo loco
de lujuria incontenida,
que se revuelve primavera,
donde soy... pétalo... a... pétalo...
la semilla que entre tus dedos germina.

Te pertenezco.
Soy más tuya ya que mía.

Me pierdo cuando estás en mí,
necesito tus manos para encontrarme...
para volverme... de la nada... todo.

Y en un grito, profundo y roto,
me fundo irreverente,
para ser... loto.

© Lucía Navarro Luna


Lentamente

Me recorres lentamente
centímetro a centímetro
arrebatando cada loco sentido
mientras me imprimes tu sabor sin piedad
y me oprimes... beso a beso... sin censuras.
Con la extasiante delicadeza de un rudo obrero.

Resbalas por mi garganta,
dulce... suavemente...
descendiendo por mi abdomen,
peligrosamente cerca de ese rincón
donde... aun no queriendo...
                                    te espero.

Te espero entre temblores
y el calor del fuego salvaje,
ensortijada en tu aroma...
transportada en tu calor de roble, sudor y semillas,
izada... por tu firmeza de cuero.

© Lucía Navarro Luna


Sentidos

No sabes lo que es despertarse sin ti,
mirar la almohada y desear morderla
para arrebatarle el recuerdo de tu último sueño,
contemplar la ventana y envidiar al viento
que te acaricia sin recato
todo...
todos los sentidos.

Y ahogarse... ahogarse de tu ausencia,
fustigarse embriagada de tu última mirada.
No, de la mirada no,
de cómo me miras...

© Lucía Navarro Luna


Cascada

Amo tus ojos, tu paz y tu cielo
me inundo en tu profundidad,
en la vibración de tus ritmos vivo perdida
dentro de una cascada que me iza más...
                                                   y más...

Me parece haber sentido tus dedos en mi hombro
mas... no lo podría asegurar,

          me pierdo al escuchar tu voz...
             al notar tu presión...
                  al percibir tu aliento siguiendo la línea de la espalda...
                   al adivinar qué dedo recorre mi espina dorsal...

Por ese bosque del que ya no sé regresar.

© Lucía Navarro Luna


Deseo Ser

Deseo ser esa voz
que se pierde en tu cuello,

el breve instante
en que no te siento

ni callo, ni escucho,
ni gano, ni pierdo.

Fundida inexorablemente
en los ritmos de tu cuerpo...

...y de tu certera espada.

Deseo ser esa luz
que guíe
mi camino hacia tu mirada.

© Lucía Navarro Luna


En Cada Ola

Enamorándome en el infinito
te busco en cada ola,
en su sal... tu sabor a salitre y humedad,
en sus embistes despiadados,
en sus caricias avasalladoras.

© Lucía Navarro Luna


Sueño

Atravieso en la penumbra
el sueño en el que ardo
                        entre tus brazos,
arrancada de mí misma
    e inconsciente en el espacio,

atravesada
                 y sostenida

por tu pecho, que es mi arco.

Siento una rosa en mi espalda,
que baja... húmeda...
                     sin piedad...
                          arrastrándome al caos.

Baja, vuelve y gira...
¡me consume!

Cálido... lento...

Mortal agonía este
                    dulce veneno.

Despierto
             justo

para sentir tus pestañas
               rozándome el cuello.

© Lucía Navarro Luna


Sin Control

Atrapada en tus manos
que... como siempre... amor
liberan mis sentidos,
cómplices de tus ojos
arrasando mi piel,
sin control... encendidos...
                    desbocados... enardecidos.

© Lucía Navarro Luna