A Ismael H
Sé que me lees,
y ahora también que me entiendes
y ahora también que me entiendes
me
mi
ras
me
ves
me
o
yes
me
es
cu
chas
y por tu inmensa sonrisa
resplandece el cielo en el aula.
Tu grandeza
arrebata mi pequeñez.
Y, como en un cuento,
al atardecer,
me enseñas cómo superar
mis propias limitaciones,
llevándome a situaciones límite
para envolverme en la luminosidad
de tus ojos chispeantes
en los míos soñadores.
Eres dueño de un estilo
al que el ritmo pide permiso.
Marcas con tu amor
que, tan inmenso como fuerte,
dentro de tu pequeño cuerpo
te
des
bor
da
y desbordas
por su intensidad.
Sabes que te quiero,
que tus ojos son mi luz
y su brillo disuelve
las espinas de mi camino,
que cuando me miras así...
así... como jamás nadie me ha mirado,
con la pureza de la mirada limpia
y la transparencia del Amor,
Soy yo quien sabe
que también el Cielo me quiere,
y es que contigo me ha sonreído,
eres el ángel de alas transparentes
que con su dulzura me ha redimido.