Soy Mujer
Psicóloga de tu dolor
cuando sientes resquebrajársete el alma,
albañil de corazones
en tanto que no acude a tu encuentro esa calma,
sosegada y distendida,
con la que ha de recibirte, abnegada, tu cama.
Maga de texturas y sabores,
asomo la cabeza entre los fogones,
para contarte de nuevo
‘El Príncipe y Su Dama’,
nuestro cuento desgastado
por mis lágrimas y tus dedos,
que todavía me pides, chispeante,
mientras el agua de la bañera te abraza.
Soy Mujer
No he de demostrar al mundo nada,
sino a mí misma
por el placer de sumergirme en mi propia magia.
He nacido mujer...
... para probarme en la arena,
en el tacón y en la bota de trabajo,
bajo el sol y con la luna;
... para sentir este cuerpo
repleto de emociones,
en el vaivén vertiginoso e incierto
de una vulnerable barca,
cobijo y amparo
de esta alma cansada
a un chasquido de renacer
cada mañana, a la luz que irradia tu mirada.
Hijo mío,
ignoras todavía cómo me duele
una sola de tus lágrimas.
Ellas... que te hacen superar cada limitación
de esta sociedad vetusta y perpetuada,
la que se autocree y pretende convencer
de que sin una mujer a tu lado no podrás hacer nada.
Podrás y Puedes.
Ámala si así te nace,
tan sólo por ser quien Es,
jamás porque creas necesitarla.
Has llegado a mis brazos provisto
de todo cuanto vayas a poder precisar
en cada paso acontecido
en los senderos y recodos de tu camino,
el cual irás descubriendo, y yo contigo, al caminar.
No puedo prometerte
vestiduras jamás rajadas.
Sí, en cambio, siempre para ti
mi mejor abrazo todas las mañanas.
® Lucía Navarro Luna